viernes, 12 de mayo de 2017

Félix Faure, una mamada presidencial... de muerte

Todo el mundo conoce el famoso escándalo de Bill Clinton y Mónica Lewinsky, una felación en pleno despacho oval que le costó muy cara al ex-presidente de EE.UU, ya que sepultó su carrera política y casi su matrimonio.

Pero si creen que este tipo de escándalos es un fenómeno moderno, es porque no se han pasado mucho por este blog, y porque seguramente no conocen el 'escándalo Faure', una felación aún más polémica que la anterior, ya que también acabó con la carrera del presidente de la República Francesa, principalmente porque el pobre hombre murió en plena faena.

Nos encontramos en 1899, tras una ajetreada jornada de trabajo, Félix Faure, sexto presidente de la República Francesa, solicitó a su amante que le esperase en 'salón bleu' del fastuoso Palacio del Elíseo al finalizar el día. Pero lo que nadie podía esperar es que aquella tarde de un 16 de febrero Faure tuviese una de las muertes más poco dignas de la historia, ya que el desdichado murió en plena sesión de sexo oral a causa de una apoplejía.

Félix Faure y Marguerite Steinheil.
Y aunque esta vez no podemos hablar de una mamada con final feliz, sí que podemos decir que al menos abandonó este mundo de forma bastante placentera... Pero como comprenderán la causa de su muerte fue motivo de burla y de chanza de sus contemporáneos que no dudaron en realizar todo tipo de chistes y chascarrillos a su costa.

Aunque antes de adentrarnos en este escabroso affaire repasemos un poco la figura de este ilustre personaje y la de su amante, Marguerite Steinheil, una mujer de armas tomar.

El período histórico

Nos encontramos a las puertas del siglo XX, el mandato político de Félix Faure estuvo marcado por la alianza franco-rusa, la conquista de Madagascar y el polémico caso Dreyfus que sacudió a la sociedad francesa de la época. Tres hechos que nos van anunciando el gran desastre que está por venir, la I Guerra Mundial

Félix Faure

Retrato de Félix Faure
Félix Faure fue el hijo de un humilde carpintero que supo hacer fortuna por su habilidad como comerciante. Todo ello le valió para ser elegido en la Asamblea Nacional e ir subiendo peldaños en diferentes puestos de poder relacionados con la economía y el comercio hasta ser proclamado de manera casi inesperada Presidente de la República Francesa.

Faure fue un hombre de buena planta, muy snob y como podemos intuir bastante mujeriego, a pesar de estar casado. Se le apodaba el Presidente Sol, por su comparación con el rey Sol, ya que se consideraba a sí mismo como la auténtica encarnación de la República, siendo un fanático devoto tanto del protocolo como del lujo y la pomposidad que su cargo debía ostentar.

Sabemos que le gustaba cambiarse de ropa varias veces al día e incluso su coquetería iba mucho más allá ya que intentó, sin éxito, que se crease un (pomposo) atuendo oficial para el presidente de la República.

Félix tuvo numerosas amantes, aunque la más conocida, fue la señora Steinheil. Su relación venía de largo, ya que iniciaron su affaire cuando él aún era ministro de la Marina. Con la llegada de Faure a la presidencia sus encuentros se hicieron más frecuentes, ya que ella iba visitarle al Palacio del Elíseo bajo el pretexto de ayudarle a redactar sus memorias.

El influjo de su amante sobre él era por todos sabidos, ya que no sólo la obsequiaba con lujosos regalos y prebendas, sino que Marguerite tuvo un importante papel como consejera personal del presidente, diciendo las malas lenguas que Faure no tomaba ninguna decisión sin la aprobación de esta enigmática mujer.

La Pompadour de la III República

Sea cual fuese el tipo de relación que mantenían lo único que sabemos que aquel funesto 16 de febrero de 1899 Margarita Steinheil entró en el despacho del presidente y a la media hora salió bruscamente de la habitación pidiendo auxilio -¡El presidente se muere! Exclamaba entre gritos, mientras intentaba recomponer sus ropajes y sus cabellos.

Rápidamente entraron a la habitación el secretario del presidente, el sr. Blondel, y el jefe de su gabinete, el sr. Le Gall, allí vieron a Félix Faure desvanecido en el diván de su despacho, podemos imaginar que con su "herramienta de trabajo" fuera, y aunque intentaron reanimar al presidente, éste sólo fue capaz de pronunciar unas leves palabras, falleciendo a los pocos minutos, fulminado por una apoplejía.

Ilustración de un periódico de la época donde se recrea la muerte de Félix Faure.


Aunque esta es la versión más o menos oficiosa existen otras versiones de lo sucedido aquel día aún más escabrosas, como que la pobre Margarita no pudo zafarse del señor Faure, por lo que cuando entraron sus ayudantes alertados por los ruidos, vieron como Félix en plena convulsión tenía aún agarrado el cabello de su amante mientras ella seguía en una posición nada digna, por lo que le tuvieron que cortar un mechón de pelo para poder zafarse de su amante.

Incluso existe otra versión en la que se afirma que la muerte fue provocada en pleno acto sexual y que para separar a los amantes hubo que cortar algo más que un simple mechón de pelo...

Sea como fuere, como podrán intuir, la causa de su muerte fue motivo de burlas y chanzas entre sus adversarios políticos. La señora Steinheil fue apodada "La Pompadour de la III República", por el juego de palabras existente en francés entre 'pompa fúnebre' y el verbo 'pompier' que se podría traducir como 'mamada'.

Incluso George Clemenceu, que años después alcanzaría también la presidencia de la República declaró sobre Félix Faure: "Deseó ser como César, pero terminó como Pompeyo"



Marguerite Steinheil

Pero aquí no acaba nuestro relato, ya que la vida de Marguerite Steinheil, aunque retirada unos meses de la vida pública tras el escándalo presidencial, siguió dando mucho que hablar, ya que siguió incrementando su lista de amantes y acabó envuelta en otro escándalo aún mayor, del que logró zafarse gracias a sus contactos con las altas esferas.

 Retrato de Madame Steinheil.
Léon Bonnat (1833 - 1922)
© Photo RMN-Grand Palais.
A pesar que algunos la han tachado como cortesana de lujo, o como caza fortunas, sus contactos dentro de la alta sociedad francesa provenían de su familia, ya que era hija de la familia Japy, propietaria de la poderosa industria de máquinas de escribir del mismo nombre.

Por ese motivo nadie entendió su matrimonio con el mediocre pintor Steinheil ya que le supuso un paso atrás en su desmedida afición por el lujo y la ostentación. Aunque supo compensar la irregularidad de ingresos de su marido con su propio talento para organizar fabulosas reuniones sociales de la alta burguesía parisina a través de las cuales conseguía nuevos encargos para su marido, siendo en una de estas reuniones donde conoció al futuro presidente de la República.

Pero si por algún talento destacó Marguerite fue por su atrayente personalidad que sumada a su atractivo físico y a sus destacadas artes amatorias supo seducir durante toda su vida a todo tipo de hombres poderosos y adinerados.

Ya que tras el escándalo por la muerte de Félix Faure prosiguió con su vida libertina, obteniendo los favores de múltiples amantes, desde poderosos industriales, pasando por importantes jueces, llegando a seducir hasta el mismísimo rey Sisowath de Camboya.

Aunque sin lugar a dudas, el asunto más macabro donde se vio envuelta fue en el asesinato de su marido y su madrastra, producido en 1908, ya que la policía encontró los cadáveres de ambos en la residencia familiar, y a la propia Marguerite atada y amordazada en la cama.

Y aunque siempre fue sospechosa de haber participado directamente en los crímenes para poder así casarse con alguno de sus riquísimos amantes, finalmente fue absuelta en medio del escándalo general. Además aprovechando que el Sena pasa por París no faltaron acusaciones que dudaban de la muerte "accidental" del presidente francés, acusándola a ella de haberle envenenado.

Dibujo de Margarita Steinhail y
su abogado durante el juicio.
Después del juicio se marchó a vivir a Londres, donde se cambió de nombre y aprovechó para escribir sus interesantes 'Memorias' en 1912. El 26 de Junio de 1917 se casó con el sexto barón de Abinger, Sir Robert Brooke Campbell Scarleet. Muriendo en 1954 en un asilo para ancianos.




Bibliografía

http://criminalia.es/asesino/marguerite-steinheil/




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