domingo, 9 de julio de 2017

Religión y sexualidad en Mesoamérica: Cultos a la fertilidad

Historia de la Sexualidad en América:
- Mesoamérica:
Capítulo 1.- Religión y Sexualidad en Mesoamérica
Capítulo 2.- Cultos a la fertilidad y cultos al falo.
Capítulo 3.- La moral sexual (próximamente)
Capítulo 4.- La prostitución (en preparación)
- Perú:
Capítulo 1.- La cultura Moche y sus increíbles cerámicas eróticas

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CULTOS

Sin lugar a dudas el elemento más importante en cualquier sociedad agrícola es la representación de su cosmovisión sobre el ciclo natural de la naturaleza: vida, muerte y regeneración; ya que a través de ella se explica no sólo el funcionamiento de la agricultura y la naturaleza, sino se da una respuesta a la vida del propio ser humano, su mortalidad y su lugar en el universo. Todo este mundo simbólico se manifiesta en los llamados cultos a la fertilidad, cuyas evidencias más palpables son sus numerosas expresiones culturales y artísticas.

 Relación sexual entre Tlazoltéotl y una divinidad masculina del placer.
Códice Borgia, lám. 50. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces
Los ritos, cultos y ceremonias relacionados con la fertilidad de la tierra y la humana siempre tuvieron un alto componente erótico (al menos a nuestros ojos modernos), ya que la presencia de símbolos eróticos es constante en todas las culturas mesoamericanas.

A grandes rasgos podemos distinguir dos grandes momentos relacionados con los cultos a la fertilidad: En época preclásica parece que predominó un culto a la fertilidad femenino o al menos un culto donde la figura de la mujer tuvo mayor relevancia.  La importancia de estos cultos "femeninos" parece que fue decayendo, y al principio de la época clásica, con la aparición de sociedades más complejas y teocráticas, como las de Teotihuacán y Maya, fueron sustituidos por cultos a la fertilidad donde los elementos masculinos alcanzaron mayor valor, popularizándose los cultos fálicos.


Cultos a la fertilidad femenina

Mujer embarazada.
Período maya preclásico.
500 a.C. - 200 d.C.
En Mesoamérica en los yacimientos con ocupación preclásica se han encontrado una gran cantidad de representaciones femeninas realizadas en cerámica, por lo que se ha pensado que existió un culto institucionalizado a la fertilidad de carácter femenino (o al menos donde la mujer era la gran protagonista)

Esta tradición parece surgir hacia el 1500 a.C., en el seno de las primeras aldeas agrícolas y se extiende hasta principios de nuestra era 200 d.C., cuando aparecen sociedades más estratificadas.

El gran número de figuras femeninas aparecidas ha dado lugar a que surjan todo tipo de especulaciones sobre su significado: Hay quien ha querido ver un culto a ciertas divinidades femeninas relacionadas con la fertilidad, una interpretación similar a la que históricamente se ha dado a las famosas Venus europeas, ya que presentan rasgos sexuales muy marcados o muestran claros signos de maternidad. Sin embargo, estas figuras presentan rasgos muy individualizados, por lo que muchos especialistas dudan que sean representaciones de diosas, sino retratos de mujeres a las cuales se les reverenciaba como fuentes de fertilidad al estar estrechamente vinculadas con los ciclos agrícolas.

Por ello, algunos investigadores también han defendido que quizá indiquen la existencia de clanes matrilineales. Otros apuntan a teorías más pragmáticas, como que la mujer tuvo una importante función como ceramista en estas sociedades, por lo que es lógico que se terminasen representando a sí mismas. Y no faltan quienes defienden que son simplemente deidades femeninas.

Pretty Lady o “mujer bonita” de Tlatilco.
Período preclásico medio (1300-800 a.C)
Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.


CULTO AL FALO

El culto al falo ocupó un lugar importantísimo en el mundo prehispánico, ya que éste estuvo intrínsecamente ligado a la naturaleza. El origen de su culto se puede remontar a las primeras culturas americanas, ya que la importancia de su culto no sólo viene dada por su vinculación a ritos de fertilidad agrícola sino también a la fertilidad de los propios hombres y mujeres de la sociedad.

Un culto que se expande por todo el universo simbólico del ser humano, desde cultos oficiales a grandes divinidades fálicas a la propia sexualidad individual de las personas, manifestada en los cultos y creencias más íntimas y sencillas realizadas por el pueblo llano.

Esculturas fálicas de la región de Cantona.


El culto al falo va mucho más allá de un culto oficial, sino que está presente en la vida cotidiana de los hombres.


La base de este culto se asienta sobre el pensamiento religioso de los pueblos agrícolas y su concepción cíclica del universo, donde estos ritos ocupan un lugar importantísimo para mantener el orden cósmico y asegurar que los ciclos reproductivos vuelvan a repetirse, una y otra vez.

Escultura de hombre masturbándose.
Costa sur de Guatemala.
La conexión del falo con el mundo agrícola vendría refrendada por las figurillas fálicas que se han encontrado enterradas en numerosos lugares, guardando un claro simbolismo con las semillas de las plantas que se siembran y brotan de nuevo.

Y es que el falo es un elemento esencial para el sincretismo de diversas concepciones como la naturaleza, el erotismo, la fecundidad, el poder, la guerra, la magia, etc.  Por este motivo es frecuente encontrar representaciones de todo tipo donde vemos falos en estado de erección bastante evidentes, ya sea en guerreros cautivos o animales sagrados como el jaguar.

Además, muchos expertos también vinculan este tipo de imágenes fálicas con el acto de labrar la tierra y sembrarla, nuevamente vemos como sexualidad humana y naturaleza se mezclan en su sistema de creencias. La función creadora del falo y su semilla se asocia con el arado, que con su surco ayuda a fertilizar la tierra, esta última, adopta un rol femenino, ya que como las mujeres engendra vida en su interior, pero para que esta germine hace falta sembrarla o regarla con el líquido vital.

La realidad es que la importancia de este culto es palpable hoy en día, ya en que muchos lugares de América aún se mantienen ritos y tradiciones muy vinculados con el culto fálico como pueden ser los casos de las localidades de Tebas, Yahualica y Tutotepec. Donde hasta principios del siglo XX se siguieron celebrando fiestas populares en municipios donde el culto fálico era el gran protagonista, por no hablar de la tradición religiosa de numerosos grupos indígenas donde esta pervivencia del culto fálico aún está muy presente.

Divinidades relacionadas con el culto fálico

En Mesoamérica, el culto fálico está relacionado con diversas divinidades y culturas, por lo que es un fenómeno común en todas las regiones. Entre las divinidades vinculadas al culto fálico, Margáin, Ochoa y otros especialistas enumeran unas cuantas:

- Tlazolteotl o Tlaelcuani, Ixcuiname, Xipe, Xochipilli, Tochtli y Mayauel.
- Entre las adoradas en las principales fiestas fálicas del calendario ritual nahua tenemos a: Tepeiluitl,Tlacaxipeualiztli, Ochpaniztli, Xocotlutezi, Tititl,Quecholli, Izcalli, Atamalcualiztli.
- Entre los dioses mesoamericanos, Ehécatl- Quetzalcóatl también aparecen como divinidades fálicas.

El dios Tezcatlipoca, fálico.


Orígenes del culto al falo

Aunque su origen seguramente sea ancestral y común a casi todos los pueblos primitivos y/o agrícolas, las primeras manifestaciones visibles se dieron en los pueblos de la costa del Golfo de México, con olmecas y huastecos. Ya que es en estas regiones donde primero podemos observar la vinculación del culto fálico con una cosmogonía oficial, estando asociada a diosas de un alto componente sexual como Tlazoltéotl-Ixcuina.

Por todo ello, es probable que estas zonas costeras sean el centro difusor del culto fálico, sustituyendo progresivamente a otras manifestaciones similares mediante el fenómeno del sincretismo. El ejemplo más claro de este sincretismo religioso es que estos cultos fálicos perviven hasta época tardía (período Posclásico) cuando los tolteca y mexicas adaptan esos cultos fálicos pero relacionándolos con sus dioses de la guerra.


Ritos vinculados al culto fálico:

- Cantos y Danzas:

Entre los ritos más conocidos en torno al culto fálico estarían los cantos y danzas vinculados con fiestas fálicas. Este tipo de ceremonias fueron de gran popularidad en toda Mesoamérica, extendiéndose de costa a costa, como bien atestiguan las numerosas representaciones en cerámicas de sacerdotes ataviados con falos.

También fueron recogidas en diversos códices y láminas, como la del Códice Borbónico e incluso contamos con testimonios directos de algunas tradiciones recogidas ya sea por los primeros españoles que llegaron a América, como siglos después por etnólogos de principios del siglo XX que viajaron por toda Mesoamérica.

Así sabemos que este tipo de danzas fueron bastante populares entre los huastecas, especialmente en su fiesta anual del Ochpaniztli dedicada al dios Tlazoltéot.

Códice Borbónico.

Otra ceremonia muy conocida fueron los ritos de fertilidad realizados por los nahuas en honor a la diosa Toci, donde en una ceremonia bastante macabra, ya que culminaba con el sacrificio de una mujer, los hombres danzaban con falos atados a su cintura. Por lo que vemos, como de nuevo, los conceptos de sacrifico, sangre, falo, fertilidad se unen en su sistema de creencias.

De época colonial tenemos el testimonio recogido por el arqueólogo mexicano García Payón del sacerdote criollo Tapia Zenteno que explicaba de esta forma el culto celebrado en Tampamolón, San Luis Potosí, allá en el siglo XVIII:

" [...] en los días de fiesta religiosa que llaman Conelajib los hombres se preparaban por medio de abstinencias de sus mujeres, por medio de ayuno y en otras formas… para sacar a bailar al Teem, que los mexicanos llaman Xochiquetzal, que es un idolillo que baila comúnmente de noche después de bien llenos de bebida. El paya es una figura de amphora [en forma de falo] que aderezaban con flores que hacen de plumas teñidas y en trajes de mujeres con cabellos postizos muy crecidos, la cargan a la espalda, danzando en círculo y teniendo por centro un teponaxtle, que tocaba el maestro de la danza, y de muchas supersticiones que con un incensario de barro es el primero que purificaba estos instrumentos, y luego persuade a hacer lo mismo a los circundantes, amenazándoles con que si no lo hacen, o han de tener mal suceso, o han de morir en breve plazo, y suele suceder así por astucia del demonio… Estos daños y otros, que callo, se siguen de estos malditos bailes… su silencio en este punto, como consejo del demonio a sus pasados… lo guardan tan inviolablemente que con dificultad declaran algo de ello… ".
- Tapia Zenteno, 1767, citado en García Payón, 1976: 122.


Falo de Yahualica.
M.N.A.M.
Celebraciones similares se dieron alrededor del famoso "falo de Yahualica", en la localidad del mismo nombre de Hidalgo. Este falo es una escultura de metro y medio de altura y unos 30 cm. de diámetro, situada en la plaza central del pueblo hasta que fue trasladada al Museo Nacional en 1890.

Pues existen numerosos testimonios que el pueblo se reunía alrededor de este gran falo para cantar y danzar a su alrededor en una celebración relacionada con la fertilidad de los miembros de la comunidad.



- Autosacrificios

Uno de los ritos más sorprendentes son los llamados autosacrificios, es decir, cortes y heridas que se autoinfligían en el pene, para que la sangre emanada hiciese de fuerza regenerativa. Aunque estos ritos no están directamente relacionados con el culto al falo, sino más bien con actos de penitencia, no podemos dejar de reseñarlos aquí, ya que esta práctica fue bastante común entre mayas y aztecas.

Buena fe de ello son las numerosas representaciones de dichos autosacrificios, tanto en glifos como en códices, así como en figuras de arcillas y esculturas que nos muestran que la automutilación, la circuncisión y la decoración del pene con tatuajes fueron prácticas habituales
Mural de San Bartolo donde se ve al Dios del Maiz automutilándose con un enorme punzón.
Imagen extraída de http://mayananswer.over-blog.com/
Estos autosacrificos eran realizados principalmente por los líderes de la comunidad: reyes, altos sacerdotes, aunque también miembros del pueblo llano y servían para conectarse con el mundo de los dioses. Con la ayuda de diversos instrumentos puntiagudos, como espinas de maguey o punzones de hueso, se sangraban el pene, ya que tanto el semen como la sangre emanada del pene son metáforas que recrean el mito cosmológico de la creación.

Este ritual consistía en salpicar con la sangre tiras de trapo o papel que tenían atadas al pene, para después verter dicha sangre en una vasija, quemando todo ello junto a otros elementos sagrados como mazorcas de maíz.


- Masturbación ritual

Escultura fálica de Jalisco.
Museo Regional de Guadalajara.
Al igual que los autosacrificios, donde la sangre sirve de alimento a los dioses para la fecundación de la tierra, el tema de la masturbación ritual masculina también fue un tipo de rito bastante habitual asociado a los cultos de la fertilidad. A pesar de que su estudio siempre ha estado relegado por la historiografía por motivos de autocensura la importancia de estos cultos parece fuera de toda duda.

Tan es así, que en la mitología mexicana para explicar la creación del mundo se recurre al acto de la masturbación, ya que la caída del semen de Quetzalcóatl provocó la germinación de las flores y la primavera, como bellamente se describe en el Códice Magliabechiano del siglo XVI.

También se han encontrado exvotos de falos realizados en madera por lo que se ha supuesto que existiesen ritos de carácter orgiástico donde la masturbación ocupase un lugar muy destacado, mostrando la clara unión existente entre el placer y lo sagrado.

Y es que esta vinculación entre sexualidad, erotismo y muerte se hace aún más evidente en la fiesta
dedicada al dios Tezcatlipoca, donde un hombre joven asume el papel del dios y convive durante 20 días con cuatro sacerdotisas que lo colman de toda clase de placeres. Estas mujeres son las representaciones de las diosas Xochiquetzal, Xilonen, Atlatonam, y Uixtocioatl. Pero como no puede ser de otra forma, al finalizar este período el hombre pase a ser sacrificado en honor al dios.



Conclusión

Como conclusión subrayar la importancia que tuvieron los cultos a la fertilidad en los pueblos de carácter agrícola, ya que a través de ellos, no sólo explican el carácter cíclico de la naturaleza, sino que también son necesarios para el buen funcionamiento de esta reproducción cíclica, asegurando el mantenimiento del orden universal.

Por todo ello, hemos podido comprobar como su culto se extiende a todos los niveles en las cosmogonía del ser humano, con multitud de ritos y cultos, desde aquellos vinculados a las grandes deidades hasta cultos individuales realizados en la vida cotidiana del hombre.

Ha sido tal su importancia, que alguno de estos cultos han estado vigentes hasta prácticamente nuestros días, y aún, muchas comunidades indígenas mantienen cultos relacionados con la fertilidad y el falo.

A pesar de su importancia son escasos los estudios relacionados en torno a los cultos fálicos, ya que desde el primer momento de la conquista todos estos objetos fálicos fueron considerados demoníacos, por lo que la gran mayoría fueron destruidos o mutilados sin más contemplaciones. Pero la postura de historiadores y arqueólogos tampoco ha ayudado mucho, ya que hasta prácticamente el siglo XXI no se han empezado a realizar estudios rigurosos sobre la sexualidad y los cultos a la fertilidad en el mundo mesoamericano, y lo que es más importante, desde una visión globalizadora y sin los tapujos y la autocensura propia de buena parte de los investigadores decimonónicos y del siglo pasado.

Buena muestra de ello es que gran parte de los museos del continente americano aún guardan en sus almacenes gran cantidad de objetos de carácter sexual, sin atreverse a exponerlos en las vitrinas bajo una explicación científica de su significado.



Bibliografía

Aproximación al estudio del culto fálico en dos civilizaciones: Mesoamérica y el Egipto antiguo

Navarrete Cáceres, Carlos, “Acercamiento a la masturbación ritual en Mesoamérica”, Arqueología Mexicana núm. 104, pp. 46-50.

Johansson, Patrick, “Erotismo y sexualidad entre los huastecos”, Arqueología Mexicana núm. 79, pp. 58-64.

Vargas Benavides, H.O.; "De parejas copulantes y representaciones fálicas prehispánicas en la región costarricense", Escena. Revista de las artes, Publicación semestral, Volumen 75 - Número 2 Enero - Junio 2016.


[En Internet]

Museo chileno de Arte Precolombino: http://www.precolombino.cl/exposiciones/exposicion-permanente-america-precolombina-en-el-arte/mesoamerica/vitrina-mujeres-y-fertilidad-de-la-tierra/

Culto fálico maya: http://mayananswer.over-blog.com/article-el-culto-falico-51366663.html

Masturbación ritual: 
http://mayananswer.over-blog.com/article-rituales-sexuales-55674938.html
http://culturacolectiva.com/masturbacion-ritual-sagrado-culturas-prehispanicas/

 http://sexualidadmexicoprehispanico.blogspot.com.es/