sábado, 26 de abril de 2014

Homosexualidad Femenina en la Antigüedad Clásica

 Índice:
1.- La homosexualidad en la cultura romana
2.- La evolución de la moral sexual respecto a la homosexualidad
3.- Homosexualidad femenina en la antigüedad clásica
4.- Esclavos sexuales  (en preparación)
5.- Transexuales en Roma (en preparación)

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Si normalmente todo lo relativo al sexo y a la sexualidad siempre ha sido relegado en la historiografía tradicional, el tema de la homosexualidad femenina se lleva la palma de oro en cuanto a su desconocimiento y prejuicios. La mayoría de investigadores simplemente evitaban el tema, ignorando o tergiversando los textos clásicos. O evitaban acercarse al tema aferrándose a la falta de datos fiables.

En cuanto a la consideración de las relaciones lésbicas en la sociedad romana y griega como bien explica la profesora de Historia Antigua Elena Torregarai "el rechazo era total, también por razones sociales, ya que se consideraba que, en una pareja lésbica, una de las dos mujeres debía consumar de alguna manera la penetración, es decir, debía asumir un papel de hombre que contravenía su propia naturaleza. Por eso, se consideraba una práctica monstruosa, pero no por el sexo en sí, sino por lo que suponía de transgresión del papel social de la mujer".


 Aunque hay que reconocer que los datos sobre la homosexualidad femenina son bastantes más escasos que los existentes sobre la masculina, además la mayoría de las fuentes clásicas  están escritas por y para hombres, por lo que suelen ser bastantes imprecisos cuando hablan de la sexualidad femenina, cuando no abiertamente misóginos o caricaturescos, buscando "el chiste fácil" y obviando cualquier visión afectiva o intimista.

Por otro lado, es importante remarcar que el lenguaje clásico también mantiene connotaciones muy machistas, ya que se asoció a las mujeres que se masturbaban con el lesbianismo. Así el término más extendido para denominar a las mujeres homosexuales era tribás, proveniente del verbo, trínein, que significa frotar o restregar, seguramente asociado a la masturbación.

Plato Griego, S. IV a.C.

A modo de introducción podemos adelantar varias referencias claras de homosexualidad femenina en la antigüedad clásica: desde los poemas de Safo (a la que apenas mencionamos en esta entrada, ya que prepararemos una entrada especial sobre su figura), Juvenal, Aristófanes o Marcial pasando por la prosa de autores como Séneca, Plutarco o Luciano.

También se conocen datos de algunas instituciones femeninas donde se daban relaciones homoeróticas a modo de iniciación, así mismo, con la revisión de algunos relatos mitológicos se han podido constatar estas relaciones lésbicas en el mundo de la mitología. Por último, mencionar las fuentes iconográficas, que aunque destinadas a exictar la imaginación de los hombres, también recogen escenas lésbicas.





Prácticas Sexuales Lésbicas

Antes de adentrarnos en esta cuestión queremos destacar que el silencio de las fuentes clásicas sobre la homosexualidad femenina es un reflejo de la inquietud masculina hacia esta cuestión. Es decir, podemos afirmar que existían ciertos temas tabús que la mayoría de autores decidieron ignorar como es el caso de la homosexualidad femenina.

A esto hay que añadir que los textos, que aluden a prácticas de coito lésbico artificial, tienen, todos ellos, una visión muy negativa de este tipo de relaciones. Por ejemplo, Artemidoro de Éfeso en su clasificación de los sueños eróticos (Onirocrítica I 78-80), al lesbianismo lo incluye en las prácticas contra natura. La misma consideración le da Platón  (Leyes 636c), que a las uniones de «machos con machos y hembras con hembras», el filósofo las considera también contra natura.

Tribadismo Clásico

Siempre se ha asociado estas prácticas lésbicas bajo la forma de tribadismo, es decir, la práctica de sexo génito-genital entre dos mujeres, aunque para Forberg en su Manual de erotología clásica, asocia este tipo de prácticas con el desarrollo excesivo del clítoris, lo que les permite usarlo a modo de verga. 

Esta curiosa interpretación se debe a que los traductores han interpretado la expresión "prodigiosa Venus" en el siguiente texto de Marcial, con un clítoris superdesarrollado. 

“"Como nunca te veía, Basa, junto a los tíos y como ningún chismorreo te atribuía un querido, sino que a tu alrededor siempre estaba a tu completo servicio una cuadrilla de tu propio sexo, me parecía que eras, lo confieso, una Lucrecia. Pero tú, Basa, ¡horror!, eras el follador. Te atreves a acoplar dos coños idénticos y tu ¿prodigioso clítoris? (prodigiosa Venus) simula al hombre. Has inventado una monstruosidad digna del enigma tebano: allí donde no hay hombre, que haya adulterio”. " 
- Marcial, Epigramas, I 90.

Aunque hay que reseñar que está relación entre un desarrollo excesivo del clítoris, líbido excesiva y  lesbianismo ha sido recogida en numerosos tratados médicos, estando vigente hasta bien entrado el siglo XX, y donde en la mayoría de los casos recomendaban la ablación:

 “"Algunas mujeres tienen el clítoris tan grande que resulta de una indecencia vergonzosa. Según refieren ciertos tratadistas, algunas tienen erecciones como los hombres y sienten deseos de copular. En tales casos, colocada la mujer boca arriba, sujétese con la pinza la parte sobrante del clítoris y córtese con el escalpelo, procurando extirparlo de raíz para que no se produzca hemorragia".
-  Pablo de Egina, Enciclopedia del saber médico, VI 70.

 Consoladores (Ólisbois)

Aunque es muy probable que la expresión mencionada antes, "prodigiosa Venus",  se esté refiriendo a los famosos ólisbois, consoladores hechos de cuero, y frecuentemente representados en la cerámica griega. A pesar de que estas imágenes siempre se han asociado más al imaginario sexual masculino, que a escenas de la vida real, estas cerámicas nos han dejado numerosas y variadas representaciones del uso de estos ólisbois. 

Además también existen algunos textos donde se mencionan el uso de estos olisbois por parte de las mujeres, así en los Mimiambos de Heroda, donde dos amigas hablan sobre sus gustos sexuales, en un pasaje concreto, una de ellas opina sobre un consolador que le dejó la otra:


 “"La verdad es que a mí, al verlos (porque vino con dos, Metró), se me saltaban los ojos de ganas; a los hombres (aprovechando que estamos solas las dos) no se les pone tan tiesa la pilila. Y no sólo eso: una suavidad de ensueño, correítas de lana y no de cuero…”"
- Herodas, Mimiambos, VI 67-72.


Este texto, por su descripción, nos acercaría a la imagen más actual de los consoladores con arneses, ya que menciona que tiene unas correas de lana.

Otra referencia a la existencia de estos posibles consoladores con arnés, la hallamos en una imagen de un kylix ático de figuras rojas procedente de Corinto y datado a finales del siglo V a. C. En ella, se observa una representación de algún ritual dionisíaco, donde vemos a Dioniso sentado en una silla con respaldo, y frente a él, una mujer danzando vistiendo el taparrabo típico en las representaciones cómicas de sátiros, con falo y cola equina. Y aunque la interpretación de esta escena pueda estar alejada de cualquier connotación de "lesbianismo", la presencia de esta prenda nos puede sugerir su uso para el coito lésbico artifical.

Y Séneca, nos vuelve hablar de un posible uso de consoladores por parte de mujeres: "Ni siquiera en el deseo sexual les van a la zaga a los machos: destinadas por naturaleza a la pasividad del acto, han discurrido (¡maldíganlas los dioses y las diosas!) una forma tan perversa de desvergüenza que son ellas las que montan a los hombre".  
- Séneca, Epístolas, 95.21

 Cunnilingus Lésbico

Pintura mural pompeyana.
Por último, mencionar una de las prácticas menos mencionadas en la antigüedad clásica, el cunnilingus lésbico, seguramente considerada una de las prácticas más humillantes y contra natura que se pudiesen dar. Tal es así, que sus menciones o representaciones gráficas han sido casi inexistentes. 

Sólo se ha podido documentar con cierta rigurosidad un imagen de cunnilungus lésbico, se trata de una pintura mural situada en las termas suburbanas de Pompeya, a las que pronto dedicaremos una reseña en particular.

En cuanto a las referencias escritas destacar este texto de Marcial:

"“Sodomiza a chavales la tríbada Filénide, y más rabiosa que un marido empalmado se cepilla a once chavalas al día. También juega arremangada a la pelota y se pone amarilla de arena, y levanta con brazo ágil pesadas halteras para atletas, y embarrada de la hedionda palestra se somete a los golpes del untoso entrenador; y no come ni se tumba antes de vomitar siete chatos de vino, a los que piensa que puede volver cuando se ha comido dieciséis albóndigas. Después de todo esto, cuando se pone cachonda, no la mama –esto le parece poco viril– sino que devora con ansia la entrepierna de las chavalas. ¡Que los dioses te den, Filénide, la mentalidad que te corresponde, a ti que crees viril lamer un coño!”"
- Marcial, Epigramas, VII 67.
"Como nunca te veía juntarte con hombres, Basa, y porque ninguna hablilla te atribuía amante, sino que a tu alrededor tenías siempre a tu absoluto servicio un grupo de tu propio sexo, sin presencia de varón, me parecía que eras, lo confieso, una Lucrecia. Pero tú, Basa, -qué atrocidad! – hacías de macho. Te atreves a unir entre sí coños gemelos y tu enorme clítoris hace las veces del varón. Has ideado una monstruosidad digna del enigma tebano que, aquí donde no hay varón, haya dulterio."
- Marcial, Epigramas, Libro I , XC.


Conclusión:

Mientras pensemos que el mundo se divide en homosexuales y heterosexuales y consideremos que el
hecho de consumar un acto homosexual, o incluso de tener un deseo homosexual, supone cruzar de manera irrevocable una frontera que separa lo que es normal, sano, juicioso y natural, es decir, lo bueno, de lo que es anormal, morboso, enfermizo y contra natura, es decir, lo malo, no avanzaremos mucho en la comprensión de la actitud de los griegos respecto a la homosexualidad.



Bibliografía:

DOVER, K.J., Homosexualidad Griega, El Cobre Ediciones. Barcelona, 2008.

FUENTE, P., Las mujeres en el mundo antiguo, 1986.

MARTOS MONTIEL, J.F., Desde Lesbos con amor: homosexualidad femenina en la Antigüedad. Madrid, 1996.
MARTOS MONTIEL, J.F., Entre mujeres anda el juego: a vueltas con la homosexualidad femenina en la Antigüedad”, Tempus, 22, 35-54, 1999.

MARTOS MONTIEL, J.F.,Homosexualidad femenina en Grecia y Roma, Orientaciones, 2, 37-54 y 127-132. 2001.

MARTOS MONTIEL, J.F., La imagen doble: homoerotismo femenino en el arte griego, en T. Sauret – A. Quiles (eds.), Luchas de género en la historia a través de la imagen, Málaga, vol. I, pp. 385-403, 2001.

POMEROY, S.B., Diosas, rameras, esposas y esclavas. Mujeres en la antigüedad clásica, Madrid, 1987.



http://perrerac.org/francia/paul-veyne-la-homosexualidad-en-roma-1982/920/






martes, 22 de abril de 2014

¿La primera infidelidad documentada de la historia?

Cadáveres con Historia:

I.- ¿La primera infidelidad de la historia?
II.- Los amantes de St. Morrell
III.- ¿El primer gay de la historia?
IV.- Historia de una masacre: El rapto en la prehistoria

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Uno de los enterramientos que más ha sorprendido a los investigadores y que más especulaciones ha levantado sobre su significado es el triple enterramiento de Dolní Vestonice (cerca de Brno, en Chequia). Interpretándose como un posible ritual relacionado con la infidelidad conyugal, hace nada más ni nada menos, que unos 26.000 años. Se trata de tres individuos jóvenes de entre 17 y 23 año, estando situado en el centro de esta macabra escena una mujer y a su lado, dos hombres con signos de muerte violenta. En  el momento de su enterramiento, la tumba fue cubierta con madera e incendiada para después cubrirla de tierra.

Reconstrucción ideal del enterramiento.
 De esta forma este triple enterramiento estaría formado por:
- Centro: Mujer con graves malformaciones (displasia congénita) y con vestigios de un feto en las proximidades de su pelvis. 
- Derecha de la imagen (el marido): Tenemos a un varón, depositado boca abajo, con su brazo apoyado en la joven, interpretándose que existiese algún tipo de relación establecida entre ellos. Este joven tiene una estaca clavada en los genitales.
- Izquierda de la imagen (el amante): Está algo más retirado del cuerpo de la mujer y aunque tiene el cuerpo girado hacia ella y su mano está colocada sobre el pubis de la mujer, interpretándose esta posición como un signo de protección hacia la mujer o el feto.

El claro componente ritual viene refrendado porque sus cabezas fueron recubiertas con ocre rojo (polvo de óxido de hierro). Aunque este tipo de polvo se empleaba de forma generalizada para la decoración de las cuevas, tiene un claro componente sexual, ya que la zona púbica de la mujer también fue impregnada de ocre. Además hay un cuchillo de sílex que apunta a la vagina de la mujer.
Posición de los esquelos durante su excavación.
¿Se trata de un crimen pasional? ¿una infidelidad? ¿una violación?  ¿transgredieron alguna norma social y fueron castigados con la muerte? 

Como decimos se ha especulado mucho sobre el significado de este enterramiento, aunque la teoría más aceptada es que el hombre y la mujer que están más próximos mantenían una relación más estable y que el hombre de la izquierda se interpusiese en la relación, ya fuese un amante o un violador, aunque puestos a especular.... ¿porqué no puede ser qué la relación de amantes la mantuviesen los dos varones? ¿y si fueron castigados por ello?

Sea como fuese, parece claro que en este caso, la infidelidad o la violación fue castigada con el asesinato de todos ellos, realizándose a continuación un enterramiento ritual. Por lo que parece claro, que la sexualidad en la prehistoria no se vinculaba únicamente con la procreación, y que al igual que en nuestra sociedad, existían tabús y castigos para comportamientos sexuales inadecuados.

Así estos grupos del paleolítico, formados por unos 30 individuos, vivían de forma nómada, condicionados por los factores climáticos estacionales y cinegéticos, los cuales se reunirían en fechas claves con otros grupos para comerciar y establecer alianzas mediante intercambios de individuos, seguramente mujeres. Pero según estas comunidades fueron creciendo, sus relaciones y reguladores sociales se hicieron a su vez más complejos, instaurándose normas de comportamiento para todo la comunidad, que en caso de inclumpimiento podía acaerrar la muerte de sus transgresores.
Como bien explica Vincenzo Formicola  “Estos hallazgos apuntan a la posibilidad de que los sacrificios humanos fuesen parte de la actividad ritual de estas poblaciones y proporcionan pistas sobre la complejidad y simbolismo dominantes en las sociedades del Paleolítico Superior así como sobre la percepción de “diversidad” y sus vínculos con las creencias mágico-religiosas”1.


1.- Vincenzo Formicola, “From the Sunghir Children to the Romito Dwarf: Aspects of the Upper Paleolithic Funerary Landscape.” Current Anthropology 48:3.


viernes, 18 de abril de 2014

Los fabulosos templos eróticos de Khajuraho

TEMPLOS DE KHAJURAHO, INDIA




Khajuraho es el mayor conjunto de templos hinduistas de la India. Siendo Patrimonio de la Humanidad desde el año 1986, son mundialmente  famosos por sus numerosas esculturas eróticas, por no llamarlas pornográficas, ya que contienen todo tipo de escenas de sexo explícito. Todo esto, no nos debe hacer olvidar que Khajuraho es sin duda alguna una de las obras cumbres de la arquitectura y escultura medieval india.

Los templos se construyeron alrededor del año 950-1050 d.C., coincidiendo con el momento de mayor esplendor de la dinastía Chandela, y curiosamente coincidiendo con la represiva y angustiada Europa del año 1000, donde todos los males que le acechaban se achacaban a la perversión del mundo, invadido por el pecado.

Vista general de la fachada de uno de los templos.

Es un enorme conjunto monumental de más de 21 km2, rodeado por una muralla que cuenta con 8 puertas de entrada. Originalmente había más de 80 templos de los que quedan 22 en buen estado.
Su buen estado de conservación es debido a su alejamiento de otras zonas de influencia, lo que le permitió sobrevivir a la destrucción generalizada de este tipo de arte por parte del imperio mongol musulmán, quedando la zona progresivamente abandonada y cubierta por la vegetación, hasta su redescubrimiento en 1838 por un ingeniero del ejército británico.


Templo rematado por un sikhara

En cuanto a su arquitectura destacar que los templos están situados sobre plataformas elevadas y están construidos con bloques de granito y de arenisca. Cada templo es rematado por un sikhara o torre de aristas curvilíneas en forma de pan de azúcar, que se sitúa sobre el garbhagraha o celda que alberga la divinidad, y que simboliza el monte Kailasha (la montaña cósmica, morada de Siva y Parvati) o bien el monte Meru, la montaña central del Universo.

Podemos hablar de los templos occidentales y de los orientales. Los occidentales son los hinduistas y de marcada temática erótica, dedicados a Vishnu y Shiva, pertenecen a la dinastia Chandela y los templos orientales son jainistas, donde encontramos personajes desnudos pero no en situaciones de carácter erótico.






La decoración escultórica de estos templos, de una enorme calidad artística, da vida a escenas que recogen sin prejuicios actividades de la vida de la época, desde lo más sagrado a lo más prosaico: paradas militares y procesiones religiosas, dioses y héroes épicos, hombres realizando actividades cotidianas, cacerías, danzantes, ascetas, ninfas celestiales, animales reales y mitológicos… y sí, también escenas amatorias.





 


Las representaciones escultóricas se pueden clasificar en 5 grupos diferentes

1) Motivos geométricos y florales, utilizados en techos, molduras y columnas. 
2) Esculturas que representan la vida en la corte y actividades cotidianas. 
3) Figuras de animales situadas generalmente en la parte inferior de los templos. 
4) Figuras que representan a dioses y diosas. 
5) Figuras femeninas y parejas amatorias.



Se ha especulado mucho acerca del porqué de este tipo de decoración erótica, teniendo explicaciones de lo más variopintas, desde los que les otorgan un motivo educativo, es decir, como enseñanza del Kamasutra a los más jóvenes; a otras explicaciones más teológicas, donde ven un homenaje al matrimonio entre Shiva y Parvati. También se ha querido ver un principio antropoaico en estas representaciones, ya que las escenas de amor servían de protección ante los malos espíritus y los desastres naturales. Sea cual sea su explicación, lo que está claro es el carácter sagrado que la cultura clásica india le daba al sexo.






miércoles, 16 de abril de 2014

El Aborto en Roma

Aborto, infanticidio y abandono de niños.


El aborto en la antigüedad pagana no era considerado ni un delito, ni un crimen, ya que el derecho penal ignoraba esta práctica. No es hasta el siglo III d.C., cuando la moral precristiana empieza a instalarse en la sociedad cuando empieza a ser sancionado.

Es importante señalar que hasta que no se instaló el cristianismo, tanto las leyes como la moral sexual variaba según el estatus social y político de cada individuo: cada grupo social mantenía sus propios códigos de conducta y de moralidad, ya que un patricio romano tenía una escala de valores y unas obligaciones morales completamente distintas a la de un esclavo... no es hasta la consolidación del cristianismo cuando la moralidad se iguala para todos los miembros de la sociedad.

Así antes del siglo III a.C, no había barrera penal contraria al aborto, y la barrera moral era una opción individual, propia de algunas sectas religiosas o corrientes filosóficas que también se oponían a la pederastia. Aunque en momentos puntuales se promulgaron leyes para fomentar la natalidad, como la Ley Cornelia promulgada por el dictador Sila en el 81 a.C. donde prohibía las prácticas abortivas. Al igual que Augusto que promulgó medidas para obligar a los jóvenes romanos a contraer matrimonio, y prohibiendo el uso de anticonceptivos y del aborto.

Hay que remarcar que el aborto no era una práctica tan extendida como se puede pensar, primero porque era una medida que ponía en peligro la vida de la madre; y segundo, porque, por sorprendente que parezca, existían otros medios para deshacerte del niño una vez nacido: el infanticidio y la exposición de niños.

- El infanticidio era una práctica bastante habitual y aceptada, además era la única forma en que la gente podía controlar el tamaño de sus familias en una época donde el uso de anticonceptivos no era muy fiable.

La matanza de los Inocentes
- Nicolas Poussin

De esta forma el infanticidio tuvo que ser una práctica bastante extendida: los hijos de las esclavas, familias con poca capacidad económica para mantener otro miembro, incluso, entre las prostitutas parece ser que fue una práctica bastante común, ya que hay documentados varios casos, Ashkelon (Israel) o Yewden Villa (Inglaterra) donde se han encontrado numerosos esqueletos de niños acumulados, donde se ha sugerido que fuesen debido a la cercanía de algún burdel en la zona.

En Roma el infanticidio no fue declarado punible con la pena capital hasta el año 374, aunque esto, no puso fin a su práctica, ya que era fácilmente atribuible a un accidente, enfermedad o algún tipo de muerte súbita.


- Por otro lado, también estaba la exposición de niños. El abandono de niños fue una práctica común tanto en ricos como en pobres. Recordar que los fundadores de Roma, fueron dos bebés abandonados, y amamantados por una loba. Y es que el abandono de niños era el principal recurso de los comerciantes de esclavos. En las familias ricas también se daban estos casos cuando se sospechaba de la infidelidad de la mujer, o en casos, donde un nuevo miembro familiar, pudiese alterar el testamento o la herencia familiar.

Rómulo y Remo (detalle)
- Rubens


En cuanto a los métodos anticonceptivos, el principal método utilizado era el agua fría, es decir, lavarse rápidamente con agua fría, por eso a las mujeres que hacían el amor se les llamaba mujeres lavadas (puella lauta), aunque como a este tema le dedicaremos proximamente un tratamiento más individual, sólo diremos que existían numerosos métodos, desde ungüentos y pomadas, hasta métodos algo más "científicos" como tapar la entrada del útero, pasando por el uso de amuletos mágicos.

domingo, 13 de abril de 2014

Diosas del Sexo: La Cultura Azteca

Inauguramos nueva sección, Diosas del Sexo, donde iremos repasando las principales deidades de las diferentes civilizaciones relacionadas con el amor y el sexo. Y es que no se puede comprender el amor, el sexo y la sexualidad del mundo antiguo sin acercarnos a sus dioses y a su religión, ya que esta última siempre ha marcado las pautas de moralidad que fijan la visión del sexo de su sociedad.

Por otro lado, queremos empezar esta sección, cruzando el atlántico, y por fin en este blog, adentrarnos en el mundo de la sexualidad en las diferentes civilizaciones prehispánicas del continente americano, que nos traerán múltiples sorpresas.

Diosas del Sexo en la cultura Azteca

En la cultura azteca, o mejor dicho mexica, destacan dos diosas relacionados con el sexo y la sexualidad, Tlazoltéotl, era la diosa de la sexualidad y Xochiquétzal era la diosa del amor; sin embargo el matiz cristiano de los cronistas españoles a la hora de describir estas diosas, ha hecho que ambas sean consideradas como diosas relacionadas con la sexualidad pero ninguna fue vista como diosa del amor.

 Xochiquetzal 

 
Xochiquetzal en el Códice Borgia.
Su nombre significa "flor hermosa", Xochitl es flor y Quetzal significa hermosa. Es la joven diosa de la belleza, las flores, el amor, el placer amoroso, y las artes. Es una de las dos diosas relacionada con la fertilidad de la naturaleza y la belleza, quizás por ello se le representa como hija o esposa de Centéotl.


Sería el arquetipo de la mujer joven en pleno potencial sexual. Xochiquetzal es la amante divinizada; diosa eminentemente femenina, su ámbito: el amor, la voluptuosidad, la sensualidad, el deseo sexual y del placer en general. Pero también su esfera de acción está en el juego, el canto, la danza, la alegría, las flores y, en términos generales, de todo lo que es hermoso. Asimismo, por obvias razones, preside la actividad artística de mujeres y hombres. Era patrona de los pintores, bordadoras, tejedoras, escultores y plateros.

Xochiquetzal en el códice Ríos.
Según la mitología, es esposa de Tlaloc y amante de Tezcatlipoca. Se dice que ella realizó el primer acto sexual, toda vez que se formó de sus cabellos la primera mujer-diosa para que se casara con Piltzintecuhtli. En este contexto, la primera mujer no es más que un avatar de la diosa Xochiquetzal. En las fuentes documentales se hace frecuente alusión al traslape como diosa y primera mujer, lo cual ocurre con otras advocaciones de la Diosa-Madre.

Esta actividad amorosa hace de Xochiquetzal el prototipo y la protectora de las ahuianime "alegradoras" o prostitutas libres y de las maqui, prostitutas rituales, sacerdotisas compañeras de los jóvenes guerreros solteros, así según las fuentes, las maqui llevaban su sacerdocio hasta el campo de batalla acompañando a los guerreros. La sociedad ritual que los vinculaba las llevaba a ofrecerse en sacrificio al aventurarse valientemente en los combates arrojándose a morir en ellos

Tlazolteotl


Tlazolteotl en el códice Borgia.
 Su nombre significa "diosa de la inmundicia", Tlazoltéotl (‘tla, cosa; zolli, inmundicia; teotl, dios’). Deidad de origen Huasteco, que en la mitología mexica es la diosa de la lujuria y de los amores ilícitos, patrona de la incontinencia, de la lujuria, del adulterio, del sexo, de las pasiones, de la carnalidad y de las transgresiones morales; era la diosa que eliminaba del mundo el pecado y la diosa más relacionada con la sexualidad y con la Luna.

Pero toda esta carga sexual también nos indica que era una diosa de la fertilidad humana, la gran parturienta, diosa del amor y deidad ctónica asociada a la luna. En esta deidad, más que en ninguna otra, convergen casi todos los atributos propios de la Gran Madre-Tierra.

Era conocida como "la comedora de suciedad" debido a que se creía que visitaba a la gente que estaba apunto de morir. Esta diosa tiene doble función, de creadora y destructora, base de la vida y de la muerte, ya que podía ser portadora de terribles males, tales como enfermedades, la locura o terremotos, siendo al mismo tiempo vista como diosa madre de la fertilidad o como mujer anciana y sabia. Es decir, personificaba al mismo tiempo el bien y el mal, aunque con diferente advocación.

Por su actividad de parir se le asocia más a la mujer madura, a quien protege en el embarazo junto con su criatura. Sus atributos de diosa relacionada con la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la mujer, hacen que esté estrechamente vinculada con los ciclos lunares, por lo que suele estar representada con símbolos lunares, es decir, la madre humana es la representante de la Gran Madre telúrica. Además no hace falta señalar las múltiples asociaciones del biomio "tierra-mujer", "la tierra es una mujer y la mujer es la tierra". Ambas producen la vida y encierran dentro de sí el misterio de la creación.

Tlazolteolt en el códice Borbónico.
Era patrona de las parteras, médicas y de aquellas que echaban la suerte con granos de maíz. De esta forma, en los códices se la representaba en la postura azteca habitual para dar a luz o a veces defecando debido a que los pecados de lujuria se simbolizaban con excrementos. Así como en otros códices aparece sosteniendo "la raíz del diablo", planta usada para hacer más fuertes los efectos del pulque (bebida relacionada con la inmoralidad) y disminuir los dolores del parto.

Esta diosa contaba con su propio templo, conocido como Tocititlan, “el lugar de nuestra abuela”, y con su propio cuerpo de sacerdotes, los Tonalponque, que entre sus funciones tenían la adivinzación, dar nombre a los recién nacidos y el de celebrar el ritual de la confesión, de ahí su nombre de comedora de suciedad, de pecados.





Fuentes:

 http://www.arts-history.mx/

 http://guillermollerena.wordpress.com

miércoles, 2 de abril de 2014

Mujer y Sexualidad en el mundo Etrusco



Mapa civilización etrusca.
Siempre se ha pensado que la relativa "libertad sexual" que se vivió en la época de la Roma Imperial proviene fundamentalmente de influencias griegas, aunque como veremos a continuación gran parte de esa libertad y moral sexual abierta proviene del mundo etrusco, gracias a la importante posición económica y social que ocupaba la mujer.


Esta libertad de la mujer resulta más evidente si la comparamos con la situación de las mujeres en algunas sociedades coetáneas más avanzadas como las ciudad griega de Atenas. Por lo que gran parte de la literatura griega nos ha transmitido una imagen negativa de la mujer etrusca, y en menor medida también la literatura latina.

Las Fuentes Clásicas


Estos textos nos hablan de una sociedad "sumamente licenciosa e indecente , amiga de todo tipo de placeres de los que se gozaba con exceso, sin ningún sentido de la moral y adornada por el contrario con los vicios más reprobables". La visión de ambos géneros también es bastante negativa, así los hombres son vistos como gordos, vagos, cuya única preocupación es la búsqueda del placer y de carácter afeminado. Por el contrario, la mujer es representada como suelen ser representadas las mujeres con plena libertad, mujeres lascivas y desvergonzadas.

Algunas de estos inmoralidades que critican tienen un carácter bastante cínico, ya que por ejemplo critican la participación de la mujer libre etrusca en los banquetes, cuando en Grecia también permitían su participación, siempre que fuesen hetairai , es decir, cortesanas. La participación de la mujer etrusca en los banquetes nos señala otro valor "transgresor", la afición de la mujer al vino y a la bebida, ya que normalmente la  cultura del vino está asociada al hombre. Por último, también podemos destacar la asistencia de las mujeres a los juegos, cuando normalmente su asistencia a esta clase de eventos siempre había estado vetada o restringida.

Es importante en este punto señalar la importancia que tuvieron las heteras, es decir, las prostitutas en la sociedad ateniense, ya que éstas eran las únicas mujeres verdaderamente libres e independientes, ya que no sólo ejercían un acompañamiento sexual, sino también  intelectual y artístico, tratando a los hombres de igual a igual. Algunas de estas cortesanas adquirieron grandes fortunas y alcanzaron gran influencia... por lo que a partir de aquí, es fácil la asimilación que hicieron los griegos de la mujer libre etrusca con las heteras que les acompañaban en sus banquetes. Y cómo muy lúcidamente nos expone Bonafante Warren en sus trabajos sobre la mujer etrusca, esta situación podían asimilarse a la visión que tuvimos los españoles de las suecas allá por los años 60, donde la llegada de estas mujeres con plena libertad sexual, enerbaban la imaginación de toda una generación.

Los autores latinos, sabedores de su herencia etrusca, tratan de forma más benigna a las mujeres etruscas que los autores griegos, aunque también tenemos numerosas referencias relativas a su libertad sexual. Así autores como Plauto, Horacio, Valerio Máximo o Tito Livionos vuelven hablar del libertinaje de la mujer etrusca, tanto en sus relaciones sexuales como en su posición en la sociedad, muy alejadas de la sobria matrona romana republicana y mucho más de la mujer ateniense encerrada en su gineceo.

Las Fuentes Arqueológicas


Detalle de la Tumba de los Toros.
Tumba de los Toros, Tarquinia.

Por otro lado, la documentación arqueológica también nos aporta bastante información. Así la representación de escenas eróticas es un tema común en la iconografía etrusca, que a pesar de la clara influencia griega que refleja, el arte etrusco presenta unas características únicas, por lo que podemos hablar de un arte con propia personalidad.

Estas escenas eróticas tienen una fuerte carga simbólica, un claro ejemplo lo tenemos en la fabulosa tumba de los Toros de Tarquino (530 a.C.), en cuyo frontón principal junto a las figuras de los toros observamos dos escenas de fuerte carga erótica. Este conjunto está claramente relacionado con el mundo de ultratumba, ya sea por su carácter protector o relacionado con la fertilidad. ¿Cual sería el significado de estas escenas sexuales en una tumba? Algunos autores apuntan que este tipo de escenas tendrían como finalidad combatir la muerte con la vida.


Tumba de las Bigas, Tarquinia.
La presencia de escenas eróticas en algunos objetos cotidianos, de clara atribución femenina, como los espejos, nos hablaría también de la aparente normalidad con que la mujer etrusca observaría estas escenas de desnudez y de carácter sexual. Así mismo, la homosexualidad según refleja la Tumba de las Bigas, en Tarquinia, también estaría contemplada como una práctica habitual. En la composición podemos ver en la parte superior la tribuna donde los espectadores observan la celebración de unos juegos, ¡con la presencia también de mujeres!, en su parte inferior hay dos escenas de claro componente homosexual, en el lado izquierdo, un joven masturba a otro; y en en lado derecho tenemos un unión homosexual. Sea cual sea su interpretación, lo que parece evidente es que su representación sería reflejo de su cotineaedad.

Más ejemplos de la naturalidad con que la sociedad etrusca concebía las representaciones sexuales las encontramos en el denominado Oinochoe de Tagliatella, pequeño vaso fechado en el s.VII a.C., en cuyas paredes tienen incisas todo un programa o relato de carácter mitológico (el laberinto de Teseo) o religioso, y cuyas escenas sexuales también han sido objeto de debate, al interpretarlas bajo una mirada sacra o ritual o en cambio entenderlas como una escena natural de un acto sexual.

Oinochoe de Tagliatella.


Dentro del mismo debate, se encuadran las escenas de sexo y fustigamiento, del que el arte etrusco nos ha dejado varios ejemplos en diferentes soportes, y cuyo ejemplo más sobresaliente es la Tumba de los Fustigamientos, siglo V a.C., donde una mujer es penetrada por un hombre al mismo tiempo que es azotada con su vara. Escena seguramente relacionada con algún rito de fecundidad como el de la fiesta de las Lupercales, donde un hombre corría por la ciudad semidesnudo azotandocon unas tiras de cuero a todo aquel que encontrase a su paso, en un acto de purificación y de fertilidad, sobretodo para las mujeres. También podría estar relacionada esta escena con algún tipo de prostitución sagrada o simplemente como un acto de sadomasoquismo.

Detalle Tumba del Fustigamiento.

Diferencias de la concepción de la mujer en el arte ateniense y el arte etrusco.


Aunque la iconografía griega es mucho más prolífica a la hora de plasmar escenas sexuales donde aparecen mujeres que en el repertorio artístico etrusco, en realidad la situación de la mujer es muy diferente en ambos mundos. Así en el mundo griego, las mujeres que aparecen en este tipo de representaciones son, como ya indicamos antes, prostitutas. En cambio, en el mundo etrusco, las mujeres que salen reflejadas son mujeres libres, incluso mujeres de la aristocracia.

Así mismo, los soportes donde se reflejan estas escenas también inciden sobre esta idea. Las representaciones griegas aparecen en vajillas de utilización simposíacas, es decir, disfrutadas únicamente por los hombres. En cambio, los etruscos tienen representaciones sexuales en toda clase de soportes: tumbas, cerámicas, relieves, pinturas y... ¡espejos!, objetos, estos últimos, de clara pertenencia al ámbito femenino.

Otra diferencia en la situación de la mujer, son las escenas de baños, mientras que las mujeres atenienses sólo se bañaban desnudas si estaban solas, existen numerosas representaciones de mujeres etruscas bañándose desnudas junto a otras mujeres e incluso con hombres. Un buen ejemplo de esto se encuentra reflejado en escenas de numerosos espejos.

Todos estos datos nos aportan la sensación que la sociedad etrusca no tenía muchos reparos a la hora de representar la desnudez de ambos sexos con naturalidad, así como los diferentes tipos de relaciones sexuales. Por lo que parece claro, que su sentido de la moralidad, se diferenciaba claramente del de la sociedad ateniense, siendo la moralidad etrusca mucho más igualitaria y edonistas.

Otro dato que refleja la situación de total independencia de la mujer etrusca son los datos epigráficos, ya que la mujer mantiene su praenomen  y nomen, es decir, no pertenece al marido o al padre de la familia, como pasa en la sociedad romana. Incluso los hombres citan y se sienten orgullosos de su linaje y gentilicios maternos. Todo ello, indicaría que la mujer etrusca puede transmitir tanto su rango como la ciudadanía a sus hijos.

Conclusiones


¿El porqué de esta moralidad mucho más abierta respecto a la mujer y a la sexualidad? Algunos autores han defendido que esta característica se debe a motivaciones religiosos, donde por ser una religión de origen mediterránea, la Diosa Madre siguiese manteniendo un gran status social, y con ello, las mujeres, en general.

Otros autores defienden una teoría mucho más material, la élite de la sociedad etrusca, vivía con gran lujo, con abundante mano de obra servil, y gran concentración del poder político, económico y social; lo que permitió un desarrollo bastante amplio de los derechos jurídicos, que incluían también a las mujeres.

En conclusión, podemos decir, que la mujer etrusca mantenía un papel social bastante elevado, teniendo la capacidad de poseer y gestionar sus propios bienes y la de contraer matrimonio sin el consentimiento paterno. Así mismo, hemos visto que la mujer participaba en los banquetes y asistía a los juegos. En resumen, que alcanzó grandes cotas de poder social y económico, por lo que pudo obtener bastante libertad e influencia, hecho que como hemos podido observar se ve reflejado en su concepción del sexo y de su sexualidad. Aunque todo ello, no nos debe hacer perder la perspectiva que en realidad la sociedad etrusca también estaba dominada por el hombre y está muy alejada de ser considerada como un matriarcado.

Por último, señalar que estas diferencias en cuanto a la categoría social de la mujer, entre Etruria, Roma y Atenas, no nos pueden sorprender, ya que como veremos en breve, la mujer de Esparta compartía muchas de las características de la mujer etrusca, estando situada  ESparta en el mismo ámbito geográgico y cultural que Atenas.


Fuentes:

Martínez-Pinna Nieto, J. In convivio Luxuque: mujer, moralidad y sociedad en el mundo etrusco, Brocar: Cuadernos de investigación histórica, Nº 20, 1996, págs. 31-56.

Rita Albanesi, M. Il fregio dell'oinochoe di Tragliatella en  http://www.atopon.it/index.php?page=il-fregio-dell-oinochoe-di-tragliatella [Última Consulta: 01-04-2014]